Historia breve del personaje

❝ Mejor sola que mal acompañada. ❞ ⎯ Asshal, inmediatamente después de descargar todos sus susurros de discordia el infame día de la huida.
Asshal es una muchacha de corto cabello azabache y peculiar gusto por el maquillaje. Se crio en una familia singular, quienes practicaban ritos de dudosa integridad con asiduidad.
La joven crecería en total reclusión, en el sótano familiar. Sin más contacto que sus padres, con la única compañía del polvo y los libros. Su mundo entero se podía resumir en 4 maltrechas y frías paredes.
En su decimoctavo cumpleaños fue prometida la la libertad adulta, el romper por vez primera su régimen de reclusión. La inocente Asshal ansiaba ese momento, pero La Orden de la Ascensión tenía otros planes para ella.
La realidad que la celebración ocultaba era un sacrificio, el suyo. Ya dispuesta en el altar, revolviéndose con fuerza; en una cacofonía presidida por su llanto y el metal de los grilletes, Asshal escuchó el primer susurro. Un escalofrío la recorrió de arriba abajo, su mirada trataba de encontrar al interlocutor, pero incapaz de encontrarlo volvió a escucharlo. El susurro parecía gritarle dentro de su cabeza ahora. “¡Lánzala!“. Confusa, miró sus manos. El metal de las cadenas que la sujetaban se había desvanecido como polvo en el aire, y una daga de apariencia fantasmagórica pesaba ahora en sus manos.
Su corazón estaba desbocado. Sus padres la habían traicionado, y su único aliado acababa de aparecer de la nada. No entendía que ocurría, no sabía cual era la decisión correcta, pero Asshal logró escapar del lugar para aventurarse por vez primera en el mundo exterior.
Aun a día de hoy no está muy claro ni cómo ni por qué, pero Asshal es una de las pocas personas que no ha buscado estos susurros, sino que ellos la han encontrado. Phlea acabaría siendo quién le descubriría Sombra, y también quien personalmente se encargaría de ayudarle a controlar esos susurros para evitar que el constante murmuro en el interior de su cráneo diezmara su cordura.