Historia breve del personaje

❝ Voy a tener que echarle un ojo a eso. ❞ ⎯ Kegilaan, probablemente hace 5 minutos, bromeando con su condición ocular.
Kegilaan es un hombre de aspecto tan refinado como flexibles son sus ideales. Desde su juventud el fenómeno arcano lo embaucó, tanto fue así que tras finalizar sus estudios obligatorios continuaría por su cuenta investigando las ciencias arcanas. En aquel entonces los nuevos investigadores que entraban en el campo solían ser de familia pudiente o con renombre suficiente para encontrar los contactos adecuados, puesto que los grados en arcanología no habían llegado más que como una especialización a muy selectas universidades; kegilaan prescindía de ninguna de las propuestas.
En su afán por el conocimiento y guiado por nada más que las escrituras indescifrables en la materia y apuntes olvidados, una rama del estudio arcano enamoraría sobre todas las demás al inocente Kegilaan, la arcanología de transposición.
Fascinado por la idea de romper el tejido mismo de la realidad, por el concepto de moldear el espacio a voluntad, Kegilaan dedicó todos sus esfuerzos en esa dirección, pero siempre manteniendo un perfil bajo por su condición humilde.
Claro que una investigación seria, requiere de un despliegue de recursos serios. El joven, con un espíritu imparable, pero medios que dejaban bastante que desear, ya había destacado en varias investigaciones, siempre a la sombra de quienes se llevaban los méritos, cuando La Triada lo contactó.
Kegilaan no pudo rechazar la oferta. “¿Qué más da que sea una mafia?, ¿no es todo una mafia visto desde el prisma adecuado? La mafia gubernamental, la mafia mercantil… Son solo eso, títulos. Uno puede hacer la vista gorda con los títulos, pero no con la comida.” Sin financiación no hay trabajo, y La Triada pagaba exquisitamente bien. Parece ser que para Kegilaan, el fin justificaba los medios.
No sería hasta estar bajo sus órdenes que se arrepentiría de la decisión. La autoridad era cada vez más estricta, los proyectos más delicados, y las purgas a quienes se iban de la boca eran de saber popular entre los suyos. Quizá el miedo por su vida, quizá el miedo por ceder su saber a una organización así, le empujó a tomar la arriesgada decisión de huir.
Kegilaan forma parte desde entonces de Sombra, donde ha encontrado cobijo en una estructura capaz de rivalizar la influencia de La Triada. Su gusto por el saber sigue tanto o más protagonista de lo que ya expresaba en su juventud, y continua investigando en sus ratos libres.