Historia breve del personaje

❝ ¡Fíjate si es buena que sin buscarme me ha encontrado! ❞ ⎯ Erika, convenciendo a su superior de que Mia era una buena baza para Sombra.
Mia es una joven de cabello caoba con gusto por la vestimenta holgada y que le ayude a pasar desapercibida. Hija de Alen, una de las principales cabezas del ejercito Leirií, fue criada bajo férreos valores familiares e inculcada el valor del honor y la patria desde niña.
Mia comenzaría desde muy pequeña a practicar diferentes artes de combate, algo que con el tiempo pasaría de ser un mero pasatiempo a convertirse en uno de los pilares fundamentales de su personalidad. Tanto es así, que a los 12 años se proclamaría ganadora a nivel internacional en su arte marcial dominante.
Cerca de cumplir los 16, Mia comenzaría a forjar lazos con el ejercito, para acabar alistándose. A pesar de ser familiar de un alto cargo, Mia siempre ocultó su nombre y su historia tanto como pudo, pues no quería brillar por sus apellidos, sino por su habilidad.
Tras El Apagón Mia continuaría alistada, pasando a formar parte de grupos de reconocimiento que se aventuraban extramuros. En sus patrullas, a fuerza de enfrentarse a criaturas extraedes y todo tipo de seres de dotes arcanas, aprendería a batirse en duelo contra estos grupos con especial soltura.
A los 21 años Mia sufriría un encontronazo que haría temblar las bases de cuanto su mundo sostuviese. Quizá lo único que podía hacerle a alguien de unos valores tan férreos replantearse sus lealtades. En una de sus habituales guardias, durante un encontronazo con Sombra donde lograrían salir victoriosos, descubriría entre los integrantes del grupo enemigo un rostro muy familiar: a su hermana Erika.
Erika trataría de convencerla de que ni lo malo es tan malo ni lo bueno es tan bueno, pero si mía tomó la decisión de dejar en segundo plano su carrera militar no era por convicciones políticas, sino por la propia Erika. Al regresar a base Erika lograría conseguir que Mia entrase en su grupo de operaciones especiales, donde pasaría oficialmente a estar bajo el mando coordinador de inteligencia del bando leirií. Tras ello cruzarían nuevamente la frontera de vuelta a Garoa, ahora reunidas por primera vez en mucho tiempo, ahí Erika le enseñaría como Sombra operaba y dónde podía encajar mejor.
Desde entonces Mia trabaja como agente doble para Sombra, en conjunto a su hermana Erika, elaborando informes falsos u omitiendo detalles importantes cuando toca reportar información de vuelta.